Boico, la leyenda del Pilcomayo

Boico, la leyenda del Pilcomayo

La leyenda de Boico

Por RENE AGUILERA FIERRO (*)

Juan Nahum Boico, se dice que Boico era su apellido, pero lo cierto es que era descendiente de extranjeros provenientes de Suecia, en sus primeros años fue un niño normal, cuando tenía aproximadamente diez años de edad, un día aciago salió junto a su padre rumbo a Tampinta, zona chaqueña de caza, les acompañaba su perro; al atardecer, Juan Nahum retornó con su mascota; su padre no llegó esa tarde, luego de la espera, la esposa busco ayuda entre los vecinos. El padre nunca más apareció pese a que se formaron brigadas de búsqueda y rescate; en el lapso que estuvo Juan Nahum Boico en el monte es muy posible que haya recibido una impresión muy fuerte por lo que pudo sucederle a su padre o a ambos; esta desaparición marcó el rumbo de su destino. A partir de ese día Boico nunca más volvió a hablar, al poco tiempo falleció la madre, este hecho hizo que busque la soledad en el río Pilcomayo.

Aún niño, por temporadas permanecía en casas de vecinos o conocidos, luego desaparecía, se lo podía ver en el río Pilcomayo o sencillamente dormía donde le encontraba la noche, comía lo que pescaba en el río o que le invitaban los amigos. Nunca fue mendigo ni agresivo o mal intencionado.

Cuando había que rescatar personas ahogadas, se lo buscaba a Boico, jamás se rehusó hacerlo, era un voluntario asombroso, no cobraba, le reconocían por voluntad propia, no cobraba. Su resistencia bajo el agua era impresionante, era superior a lo normal.

La única familia que aún viven, son sus dos hermanas, la una vive en Inglaterra y la otra en Australia, fueron recogidas de niñas por misioneros evangélicos suecos; a Boico también se lo quisieron llevar, pero no quiso ir, no quería dejar el Pilcomayo. Pasados los 60 años, murió con

Cáncer en la garganta, sus restos fueron enterrados en el cementerio general de Tarija. El encargado de sus últimos días fue un súbdito sueco que vivió en la capital chapaca. Que lo enterró, tiene su casa por el parque Bolívar.

Juan Nahum Boico, se lo conoció solo por Boico y, la gente lo recuerda simplemente como Boico, de contextura fuerte, alto de estatura, nació normal, luego de fallecer sus padres, vivió de la caridad de los vecinos del pueblo. Desde niño había desafiado al río Pilcomayo, principalmente en épocas de lluvias y cuando llegaba, esa costumbre la mantuvo hasta el día de su muerte, jamás dejó de asistir al río, sea cualesquiera sea la estación del año, era un excelente nadador. Cuando alguien era tragado por las aguas del río, Boico era el indicado para la búsqueda, se dice que su permanencia bajo el agua era impresionante, fuera de lo normal.

En la hora actual, su nombre es una leyenda, incluso, hay canciones que se cantan en su honor.

“Boico”, palabra guaraní, se traduce como: Es una serpiente; víbora del amanecer; vive como una serpiente; serpiente del chaco. Mboi, significa serpiente o desnudo; “Koo” es chaco; mientras que “ko” significa es o vivir; “koe” en guaraní significa amanecer; “ko oi” se traduciría como “significa aquí esta”.